La mayoría de los pacientes de accidente cerebrovascular no reciben tratamiento porque llegan al hospital demasiado tarde.
Según un estudio reciente, solo cerca del 11 % de los pacientes llamaron a una ambulancia inmediatamente. El 89 % primero le pidió un consejo a otra persona.
Lamentablemente, solo cerca del 30 % de las personas a las que les pidieron consejos recomendaron que el paciente debía llamar a una ambulancia.
Debido a que los pacientes de accidente cerebrovascular y las personas a las que les piden consejos no conocen los síntomas del accidente cerebrovascular, y porque a diferencia de los ataques al corazón u otras enfermedades graves los pacientes de accidente cerebrovascular no parecen sentir dolor, típicamente no responden como si fuera una emergencia.
Las respuestas más comunes son que se acuesten o que tomen un baño o esperen a ver si los síntomas persisten. Otras personas piden ayuda a sus médicos de cabecera o farmacéuticos, que en última instancia podría conducir al diagnóstico final, pero en el proceso se agota el tiempo disponible para salvar al cerebro.
